Son muchas las ventajas que tienen las sombras de ojos en crema a la hora de triunfar con tu maquillaje de ojos a todas horas. La mayor ventaja es lo fácil y rápido que es de aplicar y tiene mucha intensidad de color (lo que ofrece muchas más opciones a la hora de difuminar), no cae como las sombras en polvo que pueden manchar y arruinar el difuminado y no se cuartea. Además, con las sombras en crema, no correremos el riesgo de manchar con polvo la zona de la ojera mientras la estamos aplicando y difuminamos las sombras. Y esto además, se acentúa cuando queremos hacer un ojo ahumado o usamos sombras muy saturadas que hacen que muchas veces la base de maquillaje y el corrector queden totalmente arruinados y haya que limpiar y empezar de nuevo. Con las sombras en crema la aplicación siempre va a ser más limpia.
¿Cómo aplicarlas?
Las sombras en crema se pueden aplicar con brocha, pero lo normal es hacerlo con los dedos. Aplicarlo con los dedos te permite sentir lo que haces y te facilita el trabajo a la hora de maquillar unos ojos ahumados. Por ejemplo, pon una cantidad de sombra en el párpado móvil y extiéndela hasta la parte externa del ojo no sobrepasando mucho el hueso y en un segundo habrás obtenido un smokey eye sin la complicación de las brochas y de lo incómodo de las sombras en polvo, que acaban cayendo y manchando.
Truco para rejuvenecer la mirada
Las sombras en crema mate pueden aportar un acabado ligeramente más jugoso que las sombras compactas mates aunque las sombras satinadas, tanto en crema como en polvo, dejan un acabado prácticamente idéntico. Lo que hay que tener en cuenta es que si tu párpado tiene una textura envejecida, entonces no debes llevar la atención hacia él y es aconsejable usar sombras poco cubrientes y ligeramente satinadas (si son muy satinadas o brillantes conseguiremos un efecto indeseado ya que llevaríamos la atención hacia los párpados; y si son mates marcaremos aún más las pequeñas arrugas o descolgamiento). Así que, si quieres rejuvenecer tu mirada, apuesta por tonos afrutados, dorados y melocotón que conseguirán devolver a tus párpados un aire más fresco y juvenil.
Otro truco para rejuvenecer la mirada en un solo toque sería poner un poco de sombra en crema de un color claro en el centro del párpado (por ejemplo un tono perla) y aplicarlo a toques hasta que se haya integrado con la piel y así conseguirás mucha luz en tu mirada y de una forma muy natural. Dependiendo de tu ojo, puedes también aplicar el truco en la zona del lagrimal.
Al igual que pasa con las sombras de ojos en polvo, será el resto del maquillaje o el color de ojos los que nos marquen cuales son los tonos más favorecedores. Y es que la textura en polvo o en crema no influye en el tono porque con ambas texturas puedes conseguir acabados sutiles o saturados, mates o brillantes, etc.
El maquillaje de ojos con sombras en crema sienta genial a todas aquellas que no estén interesadas en mezclar varios tonos ya que para esculpir el párpado o jugar con distintos colores, los polvos consiguen un acabado más difuminado pero van genial si quieres marcar el ojo con tonos intensos sin correr el riesgo de manchar con polvo la zona de la ojera y de alrededor del ojo.