El pecho sigue siendo una de nuestras principales preocupaciones a la hora de ponernos el bikini. Los datos no dejan dudas, más del 70% de las mujeres no están satisfechas con su tamaño o su forma, según desvela el estudio ‘Breast Size Satisfaction Survey’, realizado en Reino Unido sobre una muestra que incluía a mujeres de 40 países diferentes, uno de ellos España.
Por ello no sorprende que la cirugía de mama sea una de las más frecuentes en nuestro país; de hecho, la Sociedad Española de Cirugía Plástica, Reparadora y Estética (SECPRE) estima que cada año entre unas 18.000 y 19.000 mujeres españolas se someten a operaciones de aumento de pecho. No obstante, antes de pasar por el quirófano hay muchas cosas que se pueden hacer para tener un pecho firme y bonito que desafíe a la gravedad, y aún hay tiempo para ponerlas en práctica.
Según el doctor Mora, director médico de Clínica Opción Médica y cirujano especialista en Cirugía Plástica y Reparadora, el secreto de un pecho bonito pasa por «utilizar cremas hidratantes adecuadas y específicas para la zona y mantener una buena hidratación oral«. Además, también ayudan los tratamientos cosméticos de última generación, algunos ejercicios y seguir a rajatabla el consejo del doctor Mora: «Llevar siempre sujetador, mejor sin aros, y utilizar los deportivos cuando practiquemos deporte».
HIDRATAR Y EXFOLIAR
El pecho es una zona muy delicada, con una piel extremadamente fina sin apenas glándulas sebáceas y que carece de músculos y ligamentos que lo sostengan. Por eso hidratarla resulta fundamental para mantener su elasticidad; nutrir la piel debe ser una rutina diaria. Y «a medida que pasan los años, la hidratación ha de complementarse con productos específicos que aporten elastina, colágeno, vitaminas y extractos tonificantes, como el castaño de indias, y estimulantes, como la centella asiática», dicen los profesionales farmacéuticos de Promofarma.
Además de esa rutina diaria, «viene muy bien realizar un tratamiento intensivo una vez al mes», dicen. Lo mejor es propiciar la regenación de la piel con «una exfoliación suave utilizando un producto específico o, en su defecto, uno de los que se usan para el rostro, y después, aplicar una buena mascarilla reafirmante«.
UN BUEN MASAJE
Realizar un masaje diario en esta zona ayuda a mantener la piel tersa y firme. Para ello, coloca una crema hidratante o reafirmante en la palma de la mano y aplícala en el seno con movimientos de media luna en dirección a la axila. Después, extiéndela con movimientos ascendentes desde el pezón hasta el cuello.
DUCHAS DE AGUA FRÍA
El frío también es un buen aliado para fortalecer la piel y los músculos. Termina tu ducha siempre rodeando cada pecho de fuera adentro durante un par de minutos con un chorro de agua muy fría, pero no helada. También te ayudará pasar alrededor del pecho al menos una vez al día un cubito de hielo envuelto en tela o unas gasas mojadas y enfriadas previamente en el congelador.
EJERCICIOS PARA FORTALECER
Resultan fundamentales para tonificar los músculos pectorales y evitar que el pecho caiga. Algunos de los más eficaces son los que se hacen con pesas ligeras, tumbada de espaldas y bajando los brazos a la altura del pecho sin dejar que los codos toquen el suelo. Aún más sencillo, pero muy eficaz, es elevar los brazos a la altura de los hombros, flexionar los codos y agarrarse los antebrazos empujando y relajando en intervalos de diez segundos, alternando ambos brazos delante y atrás. Y el más discreto, el que puedes hacer en cualquier lugar y momento, es juntar las palmas de las manos y colocarlas junto al pecho, casi como si estuvieras rezando, presionando la una contra la otra, manteniendo la tensión y relajando en intervalos similares.
ALIMENTOS QUE AYUDAN
En general, son todos aquellos que ayudan a mantener la elasticidad y luminosidad de la piel. Es decir, los alimentos ricos en antioxidantes y vitaminas A y E, entre otros, las frutas y verduras de color naranja, el aguacate, el aceite de oliva, frutos secos como las almendras, arroz y cereales, como maíz, malta, avena, cebada y trigo. También conviene tomar alimentos ricos en silicio, un mineral que estimula la producción de colágeno y evita la flacidez de la piel. Lo encuentras en el perejil, las pipas de girasol, la yema de huevo cruda, las lentejas y las espinacas. Y un complemento muy útil, la levadura de cerveza, que gracias a la gran cantidad de aminoácidos que contiene ayuda a la reconstrucción y recuperación de los tejidos.