Cada día son más las personas que demandan cosméticos naturales, ecológicos o bio para cuidarse, en detrimento de la cosmética convencional. Pero ¿qué quieren decir exactamente estos términos -natural, eco, bio, orgánico- y en qué se diferencian de los productos de toda la vida?
En un sentido estricto, la cosmética natural únicamente usa ingredientes orgánicos o de cultivo biológico y se libera de las sustancias químicas más agresivas. Y la cosmética ecológica, cumple todo lo anterior y además se basa en la utilización óptima de los recursos naturales sin emplear productos químicos de síntesis u organismos genéticamente modificados. Es decir, va un paso más allá ya que, a la vez que nos protege, cuida del medio ambiente. “Este tipo de productos abogan por la coherencia; por las fórmulas que no contienen siliconas ni parabenos, que utilizan sólo fragancias con ingredientes naturales, amplificando así su eficacia”, explican desde Vogue Belleza.
Si su contenido respeta las normas del juego verde, su proceso de fabricación y sus envases también se unen al equipo: reduciendo la emisión de CO2, empleando fuentes de energía renovable para ver la luz, utilizando menos agua y generando menos residuos, empleando botes y frascos 100% reciclables y haciendo su packaging y materiales publicitarios sólo con papel y cartón procedente de bosques sostenibles. Un esfuerzo que se ratifica con dos sellos cada vez más conocidos: Ecocert, que garantiza la transparencia en los cosméticos orgánicos; y Cosmebio, asociación que facilita los principios activos de origen orgánico, la transparencia y la sostenibilidad.
Pero, ¿son más beneficiosas para la salud las cremas, geles y champús sin parabenos y siliconas? ¿Qué ventajas tiene la cosmética ecológica frente a la convencional? ¿Tiene algo que ver el uso de sustancias químicas con las alergias en la piel o sensibilizaciones?
1. Lo ‘eco’ está de moda
Los productos llamados naturales han entrado con fuerza en el mercado cosmético. Cada día hay más consumidores que se sienten atraídos por la alta calidad y riqueza en activos de las formulaciones ‘eco’. «Además, en una sociedad cada vez más concienciada con la preservación del medio ambiente y el desarrollo sostenible, los cosméticos naturales son una opción de cuidado personal respetuosa con el entorno durante todo su proceso de elaboración», explican desde Red Ecoestética, proyecto perteneciente a la asociación Vida Sana.
2. Condiciones a cumplir
«Que un cosmético lleve la etiqueta ecológica o bio conlleva que cumpla una serie de condiciones entre las que se encuentran el no contener en su formulación parafinas ni otros derivados del petróleo, siliconas o materias primas de origen animal -pueden utilizarse productos derivados del animal vivo, como es la leche o la miel de abejas-, la mayoría de conservantes como parabenos, fenoxiatol, etc. Tampoco deben contener colorantes sintéticos ni perfumes», explica la Doctora Elena Tévar, dermatóloga y miembro del equipo del Dr. Ricardo Ruíz en Clínica Dermatológica Internacional. Además, durante la elaboración de estos productos se busca el respeto al entorno y la preservación del medio ambiente.
3. Requisitos indispensables
Para confirmar la veracidad del origen orgánico de la cosmética ecológica, ésta debe llevar sellos y certificados oficiales que lo acredite. «En el mercado español, los cosméticos certificados por Ecocert o Cosmebio son los más habituales», según explican desde Ecoestética. En el mercado también existen muchos productos denominados naturales, que aunque no son ecológicos 100%, sí evitan ingredientes como los parabenos, propilenglicol, vaselina, aceites sintéticos, siliconas, filtros solares químicos y tensioactivos.
En la próxima entrega continuamos repasando los rasgos de la cosmética eco y natural
Fuente: Vogue España – Belleza