El laminado de cejas es un tratamiento estético semipermanente que logra un efecto de ceja peinada, fijando el pelo hacia arriba. La técnica nació en Rusia y se ha ido extendido por las clínicas estéticas de todo el mundo, compitiendo con otras tendencias como el microblading o el tinte de cejas.
¿Cómo se hace un laminado de cejas?
Esta técnica no rellena áreas sin pelo, sino que ordena las cejas logrando un rediseño muy favorecedor. Funciona para distintas formas, y aunque está indicado para las más gruesas y rebeldes, ayuda a las más finas a lograr un efecto de mayor volumen.
Lo primero es limpiar la zona antes de usar un primer producto con el que se peina la ceja con la forma y la dirección deseadas. Se deja actuar durante unos 15 minutos antes de retirarlo para aplicar un segundo producto que ayuda a fijar la forma seleccionada. Tras volver a dejar actuar y limpiar, se finaliza con una hidratación del vello a base de queratina.
¿Con qué producto se hace el laminado?
Para el laminado de cejas en sí, primero se emplea una loción que permite alisar, estirar y dar la forma deseada. Posteriormente, un gel ayuda a sellar y fijar la forma y, por último, se aplica una loción nutritiva para dar un extra de protección. Se requieren igualmente cepillos específicos para las cejas.
¿Para qué sirve el laminado de cejas?
Como decíamos, el laminado de cejas permite elevar y colocar el pelo de esta zona creando un efecto de aumento de la densidad y un vello ordenado. Se puede reforzar combinándolo con otros tratamientos como el tinte o el diseño de cejas.
