¿Pies hinchados? 10 trucos para caminar ligera

A 6 de cada 10 mujeres se le hinchan los pies y tienen retención de líquidos en los tobillos y pantorrillas en algún momento. No es que los hombres se liberen del problema por completo, pero según la Sociedad Española de Médicos de familia, las mujeres se llevan la peor parte. ¿Serán los tacones? ¿Las hormonas? ¿Las prendas ajustadas? ¿La genética? ¿El sedentarismo? ¿La dieta? ….Todos estos factores influyen en que los pies y los tobillos se te hinchen como globos, te pesen las piernas, tengas calambres y esas sandalias ideales no te pasen del empeine. ¿Y el calor? Sin duda es la guinda que corona un problema que no solo es estético, si no haces algo por remediarlo puede ser el origen de pequeñas varices e, incluso, de que la celulitis se instale a lo largo de toda la pierna.

La retención de líquidos no es más que agua del organismo que se acumula donde no le corresponde. Es consecuencia de un desequilibrio entre el agua corporal, un 65% está dentro de las células y un 35% fuera de ellas; cuando estos porcentajes se desnivelan y hay más agua fuera que dentro, aparece el almacenamiento indebido y sus secuelas. Los responsables de mantener el equilibrio son el sistema circulatorio y linfático. Cuando éstos fallan y no drenan bien, el agua queda prisionera en los tejidos y aparece lo que conocemos como edema. Sin duda, existe una predisposición genética, heredada de nuestros padres, pero tienen mucha más importancia factores como los trastornos hormonales (de ahí que sea más frecuente entre las mujeres, que vivimos inmersas en un vaivén hormonal) y el estilo de vida.

  1. Dieta, menos patatas fritas y más espárragos. O lo que es lo mismo, evita durante unos días todos los alimentos ricos en sal, de los embutidos a los aperitivos trampa como los frutos secos, las patatas fritas…¡Y las conservas!. Alíate con verduras como los espárragos, las alcachofas, las zanahorias, los tomates, el pepino, el brócoli. Y cena y come proteína sana, como el pescado o la carne magra de ave, vacuno, cordero o conejo. Sustituye las salsas contundentes por vinagretas ligeras y bebe mucho agua, en la versión que quieras: infusiones, zumos naturales, bebidas isotónicas (sin azúcar y sin alcohol). En un par de días de asueto, notarás los resultados.
  2. Levántate y anda….o monta en bici, o pasea por la orilla de la playa, o nada, o haz Pilates sobre la arena, ….lo que más te guste o menos pereza te dé. Se trata de evitar el sedentarismo y movilizar las piernas para activar el sistema circulatorio.
  3. Tócate los pies. Soportan todo el día el peso de tu cuerpo y la gravedad juega en su contra. Un masaje diario con una crema con efecto frío además de activar la circulación de retorno, descansa, aligera y si lo extiendes pantorrilla arriba, previene la aparición de varices.
  4. Juega a la pelota. Coloca una pelota de tenis debajo de cada pie y muévela de atrás adelante durante unos minutos, una maniobra sencilla y muy eficaz para activar la circulación.
  5. Practica el contraste de temperaturas. En la ducha, que es muy fácil, no tienes más que dirigir el chorro de arriba a bajo y viceversa desde la rodilla al tobillo, alternando el agua fría con la caliente, durante un par de minutos. La diferencia de temperaturas hace que la circulación se espabile.
  6. Camina en el agua hasta la rodilla. A la orillita del mar, en la parte que no cubre de la piscina o en la bañera, que también vale.
  7. Cambia de zapatos como de vestido. No es bueno llevar todo el verano el mismo calzado, saca de paseo las deportivas, las sandalias de tacón o planas, las alpargatas….pero las hawaianas, úsalas solo lo justo y necesario, que vale que son muy prácticas y fresquitas, pero también peligrosas para los dedillos de los pies, las callosidades, las durezas.
  8. Huye de las prendas ajustadas. Los pantalones y faldas apretadas puede que realcen tus curvas, pero también el pasaporte ideal para comprimir la circulación, potenciar la retención de líquidos y la acumulación de grasa.
  9. Eleva el colchón. Dormir con los pies en alto facilita la circulación de retorno, solo tienes que meter entre el canapé y el colchón una almohada o un cojín.
  10. Hazte amiga del ortosifón. Una planta medicinal de origen chino que se utiliza por sus propiedades drenantes y diuréticas desde hace siglos para eliminar la retención de líquidos.

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