Whisking: término anglosajón que significa mezclar o batir. Y no, no se trata de elaborar cocktails al nivel Tom Cruise, sino de mezclar aquellos productos que utilizas sobre tu rostro de forma individual y fusionarlos para crear uno que se adapte al máximo a tu piel. Si existen los trajes a medida, ¿por qué no las cremas a medida?.
Las posibilidades son infinitas. Por ejemplo, puedes mezclar el champú con la crema corporal o crear el antiojeras más ajustado a tus propias necesidades.
Prácticamente puedes mezclar cualquier cosmético que quieras, lo único que debes hacer es tener un poco de criterio. No vale mezclar tu base de maquillaje con un colorete fluido y aplicártelo por toda la cara. Si usas un sérum antimanchas, puedes mezclarlo con tu crema hidratante para que el resultado sea más homogéneo y su efectividad se multiplique.
Para que puedas empezar a poner en práctica esta tendencia,
1. Corrector y contorno: es la solución perfecta para las temidas ojeras que vemos nada más levantarnos y con un ojo aún cerrado. A la hora de aplicarte el corrector en el contorno de los ojos práctica el whisking con una crema anti-edad, conseguirás una piel más luminosa y además se eliminará cualquier imperfección.
2. Champú con plus de hidratación: la hidratación extra siempre viene bien. La propuesta del whisking es que a tu mascarilla le añadas crema corporal. Sí, como lo oyes. La crema corporal es mucho más hidratante que la mascarilla por lo que unidas dejan el cabello mucho más nutrido. Otra opción de la que seguro que ya habías oído hablar es de añadirle a tu mascarilla unas gotitas de aceite de oliva, sin duda conseguirás una hidratación de lo más natural.
3. Maquillaje: si quieres subir un tono tu base de maquillaje, puedes mezclarlo con otra más oscuro y de diferentes propiedades, o si lo que quieres es un acabado más luminoso añadirle a la base de maquillaje un par de gotitas de iluminador líquido o en crema.
4. Bálsamo más lipstick: al mezclar estos productos obtendrás la suavidad y el brillo necesarios para una boca seductora.
5. Sérum: si mezclamos el sérum con nuestra crema hidratante habitual, quedan perfectamente fundidos. Las propiedades y vitaminas que contiene el sérum se ven aumentadas gracias al poder hidratante de la crema. Consigues así tu producto 10 ya que no cuentas con ninguna mezcla creada por el mercado sino que tú eliges la crema y el sérum que quieres. La forma correcta de mezclar estos dos productos es echar una o dos gotas de sérum sobre un poquito de crema hidratante y mezclarlos primero sobre nuestra mano para luego aplicarlos en rostro y cuello.
También puedes mezclar el sérum con tu base de maquillaje. Muchos maquillajes ya cuentan con la hidratación propia de un crema por lo que al unirse con un buen sérum mejoran la apariencia de tu piel, dejándola uniforme y sin imperfecciones además de perfectamente alimentada gracias a las vitaminas y propiedades del sérum.
6. Limpiadora + exfoliante: son los aliados perfectos cuando te levantas por la mañana con la tez apagada y no tienes tiempo para hacer una exfoliación en condiciones. Elige una limpiadora en crema y añádele tres gotas de exfoliante. Aplica con un masaje y aclara con agua templada. Obtendrás un peeling suave, evitarás irritaciones y la piel lucirá radiante.
