¿Fue el pelo rizado un paso más en la evolución humana, especialmente, para el desarrollo de cerebros más grandes?

National Geographic ha puesto sobre la mesa un nuevo dato muy interesante gracias a un nuevo estudio: ¿fue el pelo rizado un paso más en la evolución humana, especialmente, para el desarrollo de cerebros más grandes? Pues según las conclusiones de esta investigación, todo apunta a que sí.

La investigación, realizada por Tina Lasisi, investigadora de Biología Cuantitativa y Computacional de la Universidad del Sur de California, junto a sus colegas de la Universidad Estatal de Pensilvania, utilizó un maniquí con peluca en un túnel de viento controlado para estudiar cómo diferentes tipos de cabello afectaban a la regulación de la temperatura del cuero cabelludo.

Según explica Lasisi, el cerebro humano es un órgano grande y sensible al calor que genera mucho calor. En condiciones calurosas, como las que enfrentaron nuestros ancestros homínidos en África hace millones de años, el pelo muy rizado (como el pelo afro) protege mejor el cuero cabelludo de la radiación solar y evita que se adhiera a la piel cuando está mojado. Esto minimiza la necesidad de sudar y los costos fisiológicos asociados, como la pérdida de agua y electrolitos. Y así se puede entender también por qué el pelo «afro» se llama «afro» y lo tiene un porcentaje muy alto de habitantes de uno de los continentes más cálidos del mundo.

El estudio utilizó pelucas con diferentes texturas de cabello humano negro y demostró que este tipo de pelo proporciona la mejor protección contra el sol y ayuda a regular la temperatura del cuero cabelludo. Los investigadores también sugieren que los rizos pueden haber sido una ventaja evolutiva para los primeros humanos modernos en su competencia con otras especies de homínidos, como los neandertales y los denisovanos.

La presencia de cabello en la cabeza humana ha sido objeto de debate entre los científicos. Algunos argumentan que evolucionó como una forma de regular la temperatura corporal y proteger los cerebros grandes de los homínidos en climas cálidos y fríos. Sin embargo, la investigación de Lasisi sugiere que el pelo rizado puede haber surgido mucho antes en la evolución humana, posiblemente hace unos dos millones de años, cuando el Homo erectus era dominante. A medida que los cerebros homínidos crecían más grandes, los genes para el cabello rizado podrían haber dado una ventaja a aquellos que los tenían.

El estudio también plantea la posibilidad de que el cabello liso haya perdido su ventaja evolutiva en etapas posteriores de la evolución humana, cuando se desarrollaron adaptaciones culturales para evitar el sobrecalentamiento, como mejores fuentes de agua. Ahora, los investigadores planean realizar investigaciones futuras para buscar evidencias genéticas que respalden sus hallazgos.

Entradas relacionadas

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *