¿Cuál es el perfume más caro de la historia?

Dicen de los perfumes de Clive Christian que son los mejores del mundo. Como de muchas otras tantas firmas exclusivas, nicho y especiales. Lo único que diferencia esta afirmación de otras (y lo que le hace más rotunda), son algunos datos que la coronan como la mejor marca de perfumería a nivel mundial. No son novatos en esto de los perfumes. Cuentan, nada mas y nada menos, que con 150 años de historia. Utilizan la corona de la reina Victoria en sus tapones y ostentan el récord absoluto de materias primas. Además, no crean fragancia por fragancia, sino que las crean por parejas y cada una de ellas cuenta con una concentración de perfume superior al 20%. Hasta uno de ellos está en el libro Guinness.

Desde que naciera en 1872 no ha hecho más coronarse una y otra vez como una de las mejores y más exigentes marcas de perfumería nicho (o de autor). Funcionan a golpe de innovación y, sobre todo, de perfección. ¿Lo de la corona de la Reina Victoria en sus tapones? También tiene historia. De hecho, este hecho se sitúa en el momento en el que la reina se casó con el príncipe Alberto. Para perfumar su corsé, la mismísima reina pidió al creador de la firma que crease para ella un perfume de flor de azahar, el símbolo del amor verdadero. Y como agradecimiento, le permitió utilizar la imagen de su corona en los tapones de sus frascos, ahora ya míticos y auténticos objetos de deseo.

Si sigues preguntándote el precio del frasco que pasó al libro Guinness de los récords, se trata del perfume Passant Guardant, un frasco de 30 ml del perfume más opulento, sensual y… sí, más caro del mundo. Cuesta algo más de 180.000 euros. Pero… ¿por qué es tan caro? Lo cierto es que no sólo su interior es un objeto de deseo. El exterior, el frasco, es una edición especial creada en 2014. Un frasco conmemorativo de uno de sus perfumes de lujo más icónicos. Nº1 Passant Guardant es delicado y es atemporal. El mismo Clive Christian lo llama “el perfume de su corazón”.

Y sí, cuenta con los ingredientes más exclusivos del mundo… pero la exquisitez no termina aquí. El envase también está a la altura. Se trata de un frasco que traspasa todas las fronteras de la perfumería para convertirse en una joya, en una pieza de arte. Está diseñado en oro y diamantes y hasta estuvo expuesto en el Victoria an Albert Museum de Londres.

La botella mítica de la firma se reinventó, recubriéndose con una celosía de oro de 24 quilates, a mano. Y por si no fuera suficiente, se incrustraron hasta 2000 diamantes blancos creando la figura del león en actitud de guardián (de ahí el nombre, ‘Guardant Passant’), sobre la corona, además de dos diamantes amarillos y un diamante rosa imitando la lengua del león.

Todo este lujo no viene solo. Si en la creación de un perfume suelen usarse hasta un máximo de 80 materias primas, en Clive Christian utilizan una media de 200. Y todos sus perfumes cuentan con concentraciones de perfume de hasta un 20%.

La razón por la que crean las fragancias de dos en dos, otra de sus particularidades, es que aunque pueden utilizarse por separado (versión femenina y versión masculina), usadas juntas se refuerza el aroma y se subliman al pulverizarse juntas.

 

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