Nuestras abuelas agudizaban su ingenio y se alisaban/rizaban el cabello sin planchas ni tenacillas, sobre todo antes de irse a la cama, por aquello de que tenían por delante unas cuantas horas para que el pelo cogiera la forma deseada. Hay muchas técnicas old school que eran más saludables para el pelo que usar herramientas de calor.
En muchas ocasiones se trata de poner en práctica estos trucos y actualizarlos con un toque final, por ejemplo, rompiendo las ondas con un cepillo o con un gesto de plancha si es necesario. Y otro apunte necesario: si te lavas el pelo por la noche, aunque vayas a poner en práctica cualquiera de estos trucos, es importante secar el cabello antes y no llevarlos a cabo con el pelo húmedo.
#1. Trenzas + gorro de dormir
Un clásico que las niñas pequeñas aprenden de forma innata –cuando se hacen una trenza y ven el efecto al soltarla–, también es perfecto para conseguir una melena sirena con ondas rotas. Consiste en hacerse una trenza de tres cabos o varias (en función de si se quiere un efecto más marcado o menos) y ponerse un gorro de dormir para evitar que se deshagan y se encrespen con el roce de la almohada. Se pueden abrir ligeramente y aflojar para un resultado más natural. A la mañana siguiente basta con soltarlas y, si han quedado unas ondas muy marcadas, romper el efecto con un cepillo plano o una plancha de pelo. Y si se quiere asegurar una mayor permanencia de las ondas es aconsejable usar un producto fijador como espuma o laca antes de trenzar. Para dar volumen en la raíz se puede aplicar un poco de champú en seco al despertar.
#2. Moños flojos y fluffing
Hacerse pequeños moños con el cabello seco es una excelente forma de crear unas ondas caseras, peinando previamente bien el cabello y dividiéndolo en 5 ó 6 secciones. Cuando se hace durante el día este truco, se pueden ensortijar esos mechones y sujetar con pinzas plateadas, pero se puede replicar este proceso por la noche si en lugar de pinzas se usan scunchies de seda para no dañar el cabello. La clave es marcar los recogidos de forma relajada, sin causar tracción en el cabello. Si quieres, te puedes poner un pañuelo de seda para que aguante más, aunque es aconsejable soltar los moños por la mañana y añadir un toque de laca a una distancia media razonable. Al ser pocos moños las ondas son grandes y no quedarán marcadas. Y para un resultado más natural, separa las ondas con los dedos. Para dar algo de volumen en la raíz se puede poner en práctica el fluffing o, lo que es lo mismo, una técnica para dar volumen a los rizos usando un peine de púas.
#3. Moño de bailarina para unas ondas retro
Ppara conseguir una melena a lo Veronia Lake, basta con tener el pelo liso y seco y recoger la melena en un moño pulido, sujeto a la altura de la nuca. Tiene que ser justo a esta altura o no podrás dormir. Hay que enrollar el pelo siempre en la misma dirección y después sujetarlo bien, nada de enmarañarlo ni cambiar de sentido. Por la mañana, deshaz el moño y púlelo aún más con aceite o sérum para evitar que queden cabellos sueltos.
#4. La toga para alisar
La toga es el equivalente al alisado japonés sin utilizar químicos ni calor. Si la haces bien tendrás el pelo brillante y muy liso. Para llevarla a cabo, hay que cepillar muy bien el cabello y enrollarlo sobre la cabeza en dirección contraria a la raya del pelo. Se termina sujetando la melena con pinzas y envolviéndola en un gorro o redecilla. Al día siguiente, se suelta y se puede repetir la operación pero en sentido contrario para que quede más hueco.
#5. Una coleta baja con un scrunchie de seda
Para evitar el encrespamiento y/o cuando se haya peinado el cabello y se quiera mantener el efecto al día siguiente, la recomendación general de los estilistas es cepillar el pelo con suavidad y recogerlo en una coleta baja y suelta que no moleste al dormir. De esta manera se evita que se enrede en exceso y el roce constante con la almohada. Y siempre es mejor hacer esa coleta con un scrunchie de seda que no deje marcas y que evite la rotura del cabello.