Si queremos, podemos recurrir a alternativas que no emplean químicos en sus ingredientes y podemos elegir, incluso, que no procedan de animales.
De unos años para aquí, asistimos al auge imparable de alternativas ecológicas a los productos tradicionales, fabricados con procesos químicos. A día de hoy la opción eco llega a todos los ámbitos, desde la alimentación a productos para la limpieza del hogar, ropa, transportes, hoteles y, por supuesto, a la cosmética.
Como sabemos, los veganos apuestan por una filosofía de vida basada en la búsqueda de lo natural y excluyen el consumo de alimentos de origen animal. Por eso mismo, las personas acordes a esta filosofía de vida y los más concienciados con el respeto al medio ambiente y los animales, huyen de los productos de cosmética con ingredientes de origen animal, que utilicen componentes tóxicos.
Pero, ¿qué diferencia la cosmética natural de la ecológica? ¿Es lo mismo ecológico que vegano? La respuesta es no. La cosmética vegana es aquella que no contiene ingredientes de origen animal ni derivados, es decir, solo vegetales. Esto excluye a aquellos productos que contengan cera de abeja, lanolina, própolis o acido hialurónico.
¿Esto significa que la cosmética vegana es ecológica? Para nada. Según la Asociación Vida Sana, ecológico es aquel producto cuyos ingredientes son, al menos el 90%, naturales o de origen natural. No se incluyen materias primas, especialmente compuestos químicos, sobre los que existen dudas sobre su inocuidad para el medio ambiente o la salud de las personas. Es decir, un producto vegano puede no ser ecológico, de la misma forma que un producto con formulación eco permite ingredientes de origen animal siempre y cuando no sean derivados de animales amputados o sacrificados específicamente para la elaboración del cosmético.
Beneficios
Dicho esto, conviene investigar cuáles son los beneficios de la cosmética vegana y si merece la pena invertir en ellos. Habitualmente está indicada para pieles más sensibles, sin embargo hay que leer el etiquetado del producto para conocer su composición real, ya que un ingrediente de origen vegetal también puede resultar irritante o alérgico en determinadas pieles.
De la misma manera, el principal riesgo de estos productos es pensar que al ser de origen vegetal no pueden producir ningún tipo de reacción o intolerancia, cuando en realidad estos activos también pueden dar estas reacciones. En conclusión, la cosmética vegana es la prueba de que podemos cuidarnos con productos alternativos, de origen 100% natural, sin ingredientes sintéticos o derivados de animales. Si queremos, y siempre que nuestro físico y las plantas sean compatibles, podemos estar guapas sin recurrir a lo químico.