Todas las bondades en el mundo de la estética de la cola de caballo

La cola de caballo no es nueva en nuestras vidas -la infusión de esta planta es un clásico entre los clásicos para evitar la retención de líquidos-, pero últimamente se habla más de ella, no solo por sus bondades diuréticas, sino también por su capacidad para fortalecer el pelo (y aumentar su brillo) y para mejorar la calidad de la piel. La prueba que confirma que vive su momento de gloria y que cada vez tiene más beneficios comprobados es el hecho de que la ESCOP (European Scientific Cooperativa On Phytotherapy) -una autoridad en temas de fitoterapia- haya publicado una monografía sobre la cola de caballo.

Es diurética y buena para prevenir la retención de líquidos

Favorece la emisión de la orina y de los metabolitos tóxicos del hígado por su alto contenido en sales minerales como potasio, calcio y magnesio además de otras buenas nuevas relacionadas con su acción diurética: elimina toxinas, cuida el hígado, previene infecciones del tránsito urinario y alivia el síndrome de las piernas pesadas e hinchadas.

Es antiinflamatoria

Que la cola de caballo puede ser un buen antídoto contra la inflamación abdominal no solo tiene que ver con su acción diurética, sino también con su capacidad antiinflamatoria. Nos ayuda a deshinchar el abdomen eliminando los gases en caso de tener digestiones pesadas o algún tipo de intolerancia.

Ayuda a tener un cabello sano, brillante y fuerte

No es casualidad que cada vez haya más suplementos nutricionales para prevenir la caída del cabello que contengan cola de caballo en su composición. Su alto contenido en sílice ayuda a la creación de colágeno, fundamental no solo para la piel, sino también para tener un cuero cabelludo sano y elástico, así como un cabello sano, brillante y fuerte.  Además la cola de caballo puede favorecer el crecimiento del cabello. Por si esto fuera poco también alivia la caspa e hidrata el cabello.

Mejora la calidad de la piel (y de las uñas)

Quizá esta sea una de sus bondades más desconocidas, pero no por ello menos evidente. El alto contenido en sílice que tiene la cola de caballo hace que sea buena también para fortalecer las uñas y para ayudar a la producción de colágeno y, por tanto, favorecer la calidad y elasticidad de la piel. De hecho tiene una importante acción cicatrizante. Resulta interesante para tratamientos de acné juvenil, ya que favorece la elasticidad de la piel.

Cómo tomarla: ¿en infusión o en cápsulas?

Lo más habitual es tomarla en infusión, aunque también se puede tomar en cápsulas. La dosis recomendada es de seis gramos de equiseto (ese es el principio activo) y la cantidad equivalente en los demás preparados. Las fórmulas más comunes son en polvo encapsulado, que contiene de 0,5 a 1 gramos por cápsula (para tomar 2 o 3 cápsulas al día), o como infusión (2 gramos en 150 ml, 2 o 3 tazas al día).

Cuidado, no se puede tomar a la ligera

La cola de caballo no debe de tomarse a la ligera ya que en exceso podría provocarnos cefaleas o impedir la absorción de vitaminas como la vitamina B1. Hay toxicidad y efectos adversos en dosis altas, pudiendo dar un cuadro de debilidad de extremidades. Además, es importante no tomarla de forma prolongada -mejor solo en momentos puntuales como puede ser cuando se inicia un periodo de depuración- ya que puede desencadenar en trastornos nerviosos, eritema, pérdida de apetito…Además puede interaccionar con medicamentos con litio (antidepresivos) o con digitálicos (para problemas cardiacos).

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