Viene desde Siberia pisando fuerte, y no es para menos. La manicura rusa es la última revolución en redes sociales y cada vez tiene más adeptos, tal y como podemos comprobar a través de los perfiles de Instagram de millones de beauty adictas. No se trata de una tendencia estética, de unos colores o estampados, sino de un método de preparar las uñas antes de proceder a pintarlas.
La diferencia más notoria que hay entre la manicura rusa y otra manicura que se lleve a cabo, es que en la primera, se tiene un cuidado muy detallado al tratar la zona de la cutícula. Es decir, para poder hacer la manicura rusa se usa un torno eléctrico que empuja la cutícula para que nuestras manos estén en perfectas condiciones. Dependiendo de las características de las uñas de cada persona, es posible que se tengan que usar diferentes tipos de fresas. El objetivo que se persigue con esta manicura es limpiar la zona que hay entre la uña y la piel, para así conseguir que la uña se vea limpia y brillante. Como es un trabajo muy minucioso, requiere de más tiempo tanto al limpiar la cutícula como al aplicar el esmalte.
¿Cómo se hace la manicura rusa?
Recuerda que NO debes hacerla en casa sino que lo recomendable es que se realice solamente en manos de profesionales para conseguir un acabado perfecto.
- Tratar la cutícula: es el momento más delicado y complicado de la manicura rusa. Como ya hemos dicho, se usan fresas eléctricas especiales para conseguir levantar la cutícula y hacer que las uñas se vean perfectas.
- Limpiar las uñas: una vez tenemos las cutículas fuera, es el momento de limpiar las uñas. Deberemos retirar tanto las células muertas de las cutículas así como limpiar la piel que haya en los bordes. De esta forma, conseguiremos que nuestra manicura dure más tiempo y que, por tanto, nuestras manos estén preciosas.
- Pulir las uñas: una vez ya hemos limpiado, tenemos que pasar al momento del pulido de la piel. Para poder hacer una buena manicura rusa se tiene que dedicar tiempo a pulir la piel dura que haya en la zona.
- Aplicar el esmalte: una vez que estén las uñas limpias y preparadas, es el momento de pasar al esmalte. Se hace con un gel polish o un esmalte especial y el producto lo aplicamos sin dejar espacio entre la uña y la piel.