Myriam Yébenes, una de las mejores especialistas en belleza de España, revela pautas y trucos básicos para prevenir estos efectos y mejorar el aspecto en su primer libro, “CÓMO GUSTARTE Y GUSTAR. Mis secretos de belleza”.
Así, Yébenes explica que el ejercicio es muy importante para tonificar los brazos y tenerlos más torneados. No hace falta ser deportista ni levantar pesas en el gimnasio. Las flexiones y los levantamientos de botellas de agua de un litro, por ejemplo, sirven, siempre que los realices todos los días durante diez minutos.
A continuación, incluimos algunos ejercicios específicos de Yébenes para que los brazos luzcan más firmes:
Para bíceps: se puede realizar este ejercicio con dos mancuernas o con barra y si no se dispone de ese equipamiento, se pueden usar dos botellas de agua de medio litro cada una. Con los brazos extendidos junto a las caderas y las rodillas un poco flexionadas, se debe llevar las manos a la altura de los hombros, doblando los codos. Realiza tres series de quince repeticiones cada una.
Para tríceps: se debe sujetar la mancuerna con los brazos extendidos sobre la cabeza y llévala hacia la espalda doblando los codos. Después, hay que realizar tres series de quince repeticiones cada una. Otra opción es utilizar una silla: colócate de espaldas a ella y apoyando las manos en el asiento, levanta tu propio peso manteniendo las piernas estiradas; los brazos deben extenderse al levantar el peso y formar un ángulo de 90° al realizar la flexión. También en este caso se recomienda comenzar con tres series de quince repeticiones.
Para hombros: de pie y sujetando una mancuerna en cada mano a la altura de los hombros, lleva las pesas hacia arriba siguiendo una trayectoria recta y vuelve a la misma posición anterior. Hay que tener cuidado de mantener la espalda recta, con las piernas ligeramente abiertas (a la anchura de tus caderas) y un poco flexionadas. Se recomienda realizar tres series de veinte repeticiones. También se puede ejercitar los hombros sujetando las mancuernas a la altura de las caderas, con los brazos extendidos, y elevando estos rectos hacia el exterior, hasta que queden alineados con el suelo. Realiza tres series de veinte repeticiones.
Flexiones: puede que este sea el ejercicio más duro, por eso te cuento las dos modalidades más típicas: la primera, la de toda la vida, consiste en apoyar en el suelo las puntas de los pies y levantar todo el peso extendiendo los brazos y situando las manos en línea con los hombros; la segunda modalidad, algo menos dura que la anterior, consiste en apoyar las rodillas en el suelo y hacer el mismo ejercicio, pero en este caso se levanta menos peso. Las flexiones bien hechas trabajan brazos, glúteos, muslos y pecho. Haz tres series del número de repeticiones que puedas, día a día irás haciendo más.
Con banda elástica: si no te gustan o te dan mucha pereza las mancuernas, se puede probar con la banda elástica. Las hay de diferentes resistencias para que elijas la más adecuada para ti. Antes de empezar, pisa la banda con los dos pies de modo que quede dividida en dos partes iguales y coge un extremo con cada mano. De pie, estira la banda desde tus caderas elevando los brazos hasta que queden extendidos en línea con el suelo. Así estarás trabajando los hombros.
Si quieres trabajar los tríceps, que es la zona más afectada por la flacidez, puedes variar el ejercicio pisando un extremo de la banda con un pie y cogiendo el otro extremo con la mano contraria al pie que está pisando. Extiende el brazo hacia arriba en línea recta y luego dóblalo por el codo por encima de tu cabeza hasta formar un ángulo de 90°.