Es justo y necesario hablar de protección solar a estas alturas del año. No solo porque es imprescindible protegerse para minimizar el riesgo de padecer cáncer de piel, sino porque el protector solar es el cosmético número 1. Todo empieza en el protector solar. De hecho, de poco sirve invertir en punteros tratamientos antiaging si no se usa fotoprotección a diario (ya lo dicen los datos: el 80% del envejecimiento cutáneo se produce por un exceso de exposición solar).
Dicho esto, tenemos que hablar de un error que todos cometemos a la hora de aplicar el protector solar. Error sumamente obvio pero del que puede que no seas consciente. Y es que no extendemos bien la crema ni dedicamos tiempo suficiente a su aplicación, sobre todo cuando utilizamos protectores en bruma -ese es uno de los motivos por lo que es imprescindible renovar la aplicación del producto cada 2 horas. Está demostrado que no le dedicamos el tiempo adecuado a aplicar el fotoprotector. Por otra lado, tampoco usamos la cantidad adecuada en cada zona. Estos dos factores unidos a que en ocasiones aplicamos la crema y nos mojamos antes de que se haya absorbido (lo cual disminuye su eficacia) hace que la duración de su efecto se reduzca.
¿La solución para evitarlo? Hacerlo así:
Para que hagas una correcta aplicación del producto se recomienda aplicar el fotoprotector 30 minutos antes de la exposición solar, en casa, para ser más concienzudas y evitar la incomodidad de la arena.
1) Comienza por el rostro, recordando que el mismo protector del rostro debe usarse en cuello y orejas.
2) Continúa con los brazos, primero por delante y luego por detrás, sin olvidar el dorso de las manos.
3) Sigue por el tronco, cubriendo escote, abdomen, hombros y espalda (en esta zona necesitas que alguien te ayude) y zona lumbar.
4) Por último termina con las piernas, teniendo en cuenta que los muslos requieren mucha cantidad de fotoprotector, aplicado tanto por delante como por detrás, sin obviar el dorso de los pies y los dedos.
Y dos apuntes más en este ritual: no olvides proteger los labios con un labial con un SPF mínimo 50 y, si vas a a hacer nudismo, insiste en proteger pecho, glúteos y zona púbica.
¿Qué cantidad de crema debes usar?
Las recomendaciones de la Comisión Europea dicen que hay que aplicar 2 mg de crema por centímetro cuadrado de piel. Eso equivale a 6 cucharaditas de postre o a un vaso de chupito (en un adulto de constitución media)
-Rostro y orejas: un dedo índice embadurnado en crema.
-Brazos: una palma de la mano embaduranda en crema (en cada uno).
-Torso: una mano completa embadurnada (palma y dedos) .
-Espalda: una mano completa
-Muslos: una mano completa.
-Parte baja de las piernas y pies: una palma de la mano.
Solares en spray o bruma: modo de uso
Aunque son más fáciles de utilizar, los expertos advierten que cuando aplicamos estos productos solemos pecar de escasez y de mala aplicación. Por eso hay que dedicar tiempo suficiente a cada pulverización. Para el brazo, por ejemplo, se aconseja pulverizar durante 10 segundos; en las piernas 20 y en el tronco hasta 30 segundos.
Y un truco inesperado
Aunque no tiene nada que ver con la manera en la que extendemos la crema, conviene recordar que la mejor protección solar frente al sol es la ropa oscura.