Una nueva manera de darle originalidad a tu maquillaje sin necesidad de técnica o habilidad, las máscaras de pestañas de colores han llegado para quedarse. Estas no tienen mayor diferencia con las de toda la vida, simplemente, en lugar de impregnar las pestañas de una tonalidad negra con su aplicación, lo hacen en todo tipo de colores. Si bien es cierto que las azules representan una de las más populares, lo que las hace más fáciles de encontrar, también hay máscaras de pestañas en cualquier otra tonalidad. Por ello no será complicado encontrar una que se adapte al estilo propio o que favorezca según la colorimetría de cada persona.
También suponen un punto a favor para todas esas personas a las que no se les da demasiado bien el maquillaje. Y, por tanto, no se atreven a probar distintos tipos de sombras de ojos o looks que requieran de algo de técnica, por ejemplo, a la hora de difuminar. Tan solo con la aplicación de una máscara de pestañas de color bastará para conseguir un resultado llamativo y diferente al habitual. Además, se pueden conseguir distintos tipos de looks con ellas.
Una de las opciones al hacer uso de una máscara de pestañas de colores consiste en aumentar la potencia de su color y del resultado final. Una fórmula sencilla para lograrlo consiste en aplicarla de forma generosa tanto en las pestañas superiores como en las inferiores. El secreto para intensificar esa tonalidad y obtener una mirada de escándalo será hacerse con un lápiz de ojos que sea del mismo color que el de la máscara. Con este se dibujará una línea, muy próxima a la línea de nacimiento de las pestañas, tanto en la parte superior como en la inferior.
No obstante, existe otra forma de intensificar aún más una máscara de pestañas de color, el resultado será mucho más impactante y llamativo. Esto consiste en combinar la máscara con una sombra de ojos en un color que sea complementario, por ejemplo, el rojo y el verde, el azul y el naranja o el amarillo y el morado. Eso sí, también se puede apostar por sacarle partido creando distintas mezclas de tonalidades hasta dar con un resultado único.
Y sí, hay otra alternativa más, pero solo reservada para aquellas personas que no tengan miedo a arriesgar o que disfruten dejándose llevar por el maquillaje. Esto sería combinar dos máscaras de pestañas de colores distintos. Y, para destacar aún más esta diferencia de tonalidades, la opción será apoyarse en las sombras de ojos, de modo que combinen entre sí y, a la vez, creen un contraste, más o menos acusado. Las posibilidades son infinitas.