Desde que llegó a nuestras vidas el strobing, la técnica que busca potenciar las formas de nuestro rostro a través de la aplicación del iluminador en puntos estratégicos, han ido apareciendo diferentes formas de usar el iluminador. En stick, en polvo, con acabado irisado o simplemente utilizando un corrector en los lugares indicados.El iluminador ha llegado para quedarse y el rainbow highlighter es la última novedad.
Dependiendo de cómo uses el iluminador arcoíris, puedes conseguir un resultado u otro.
Si tan solo tomas un poco de producto con una brocha de abanico y lo aplicas de una forma muy ligera sobre el hueso de la mejilla, conseguirás un acabado de lo más sutil y favorecedor. Puedes difuminarlo para conseguir que sea más natural, sin embargo la gracia de este iluminador es que se note que está compuesto por diferentes colores, por ello es mejor que si buscas una acabado discreto, tomes muy poca cantidad de producto.
Si por el contrario prefieres un maquillaje de fantasía, puedes aplicarlo con mayor intensidad y respetando cada una de las franjas de color.
La finalidad de este iluminador de arcoíris es la de crear el efecto óptico de que la piel está iluminada por los rayos del sol que atraviesan una ventana.
