¿De lado? ¿Boca abajo? ¿Cómo duermes? ¡¡Cuidado: podrías estar arrugando tu piel!!

Al parecer, dormir entre 7 y 8 horas al día, no es lo único que tenemos que tener en cuenta a la hora de querer mantenernos jóvenes por más tiempo. Una nueva investigación ha determinado que la forma en la que descansamos, también interfiere en el envejecimiento de nuestra piel.
Un estudio publicado en Aesthetic Surgery Journal reveló que hay ciertas posturas al dormir que favorecen el envejecimiento de algunas zonas de nuestra piel.
Esta investigación demostró que las posiciones fatales a la hora de dormir son, boca abajo, y de lado. Las zonas más afectadas con estas formas de dormir, son el cuello, el escote y el rostro.
Y si lo piensas bien, tiene sentido. Si cuando frunces el ceño demasiado o gesticulas mucho, tienes muchas más papeletas de que te salgan arrugas de expresión, es posible que tu piel se vaya deformando en función de las posiciones que adoptas al dormir: cuando tu cara está situada contra la almohada toda la noche o el escote arrugado si duermes de lado.
Es altamente improbable que podamos controlar nuestra postura durmiendo, pero bueno, si somos conscientes de que hay ciertas posiciones que no nos convienen, algo podremos hacer.
Empecemos por aquellas que debemos evitar:
-Sin duda la peor postura es boca abajo ya no solo por temas de espalda y cuello. Boca abajo, la circulación se ve afectada, lo que redundará en una mayor retención de líquidos. Te despertarás seguramente con bolsas y ojeras debido a la mala afluencia de la sangre durante la noche, además de que notarás tus extremidades inflamadas. Totalmente descartada.
-Posición fetal o de lado: de este modo, un lado de la cara siempre estará arrugado contra la almohada. Ya puedes estirar bien las sábanas o ponerte al borde de la almohada, al final, la cara tiende a aplastarse contra ella. Además el escote parece un acordeón ya que el brazo que está arriba tiende a caer sobre el cuerpo y la zona del escote se arruga irremediablemente.
-Boca arriba: Sin duda, es la postura más recomendable. No provoca presión sobre la piel del rostro y además, ayuda a descongestionar la cara, sometida todo el día al efecto de la gravedad. La espalda mantiene una posición natural y el cuello también. Al
Algunas personas están acostumbradas, precisamente, a dormir con el rostro pegado contra la almohada. Pero en ese caso, sería conveniente un cambio de hábitos.
Para ayudarte a conseguirlo puedes probar a colocarte una almohada entre las rodillas.
Otra opción sería sustituir la funda convencional de tu almohada, confeccionada en algodón, por una de seda o satén. El algodón es un tejido natural que generalmente crea bastantes arrugas y dobleces y que al contacto con tu cara te puede dejar marcas. En cambio, tejidos como la seda o el satén siempre se mantienen más lisos.
También puedes probar algún tipo de almohada viscoelástica y antiarrugas que eleve tu rostro del contacto directo con la cama y lo mantenga en una posición en la que se eviten las temidas arrugas.
Por último, pero no menos importante, evita dormir con cadenas y collares que te puedan dejar profundas marcas. Así como también prueba a utilizar antifaces de gel para aquellos días que te sientas más cansada o tengas ojeras más profundas.

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