1. Cuando has dormido poco, los párpados tienden a hincharse y los ojos a enrojecerse. Para aliviar esta inflamación y poder centrarte en hacer un maquillaje ‘antifatiga’ es bueno aplicar algo frío en esta zona. Puedes lavar tu rostro con agua muy fría y así estimular la microcirculación sanguínea. O puedes ponerte un antifaz de gel frío durante 5 minutos para descongestionar la mirada.
2. Un masaje en el lagrimal. Mucho mejor si lo haces al aplicar el contorno de ojos y con suaves toques empezando en el lagrimal y moviendo los dedos hacia fuera de la zona de la ojera.
3. Si tienes tiempo para un masaje, aunque solo sea de 30 segundos, puedes optar por aplicar una hidratante que contenga aceite de árbol de té, es ideal para la hinchazón. La clave para hacer este masaje exprés es que se haga con movimientos circulares y ascendentes, empezando en el centro del rostro y hacia fuera.
4. Puede parecer banal el modo en el que aplicas la crema hidratante, pero no lo es en absoluto, sobre todo cuando has dormido poco y necesitas aparentar que nada ha pasado. Siempre se ha de aplicar la hidratante comenzando siempre en la zona de los pómulos.
5. Esta primavera la piel va a brillar un poco con la clara intención de iluminar el rostro. Y para ello, hay un truco tan sencillo como infalible (que es súper recomendable cuando no has dormido lo suficiente): mezclar la base de maquillaje con una o dos gotitas de un aceite esencial (los de camomila, lavanda o pomelo son una buena opción).
6. Si quieres un plus de luminosidad, puedes usar una prebase con un toque perlado en la zona de los pómulos. Así activaremos el reflejo de la luz en el rostro.
7. Un error bastante frecuente a la hora de disimular unas ojeras marcadas es recurrir a un corrector claro (movidas por la falsa creencia de que eso aportará más luz al rostro). Sin embargo, es justo y necesario que sea del mismo tono que tu piel, nunca más claro, ya que si no se mezclará con el color de las ojeras y creará un efecto grisáceo. Lo que sí puedes hacer si las ojeras son muy oscuras es neutralizarlas con un ligero toque de corrector rosa.
8. El poder del colorete para animar un rostro cansado es incuestionable. Pero claro, la clave también para que funcione está en saber escoger el tono que favorece. Hay que elegir tonos ligeramente melocotón. Lo ideal es que no sean ni demasiado rosas ni demasiado naranjas.
9. Si no has dormido bien, y eso se refleja en el rostro, es mejor no experimentar demasiado con el tono de sombras que elijas ya que, determinadas declinaciones, podrían hacerte aparentar más ojeras de las que tienes. Para solventar este conflicto, lo mejor es decantarse por los tonos tierra y bronce.
10. Para crear un efecto óptico que nos elimine el volumen del ojo lo mejor es recurrir a un maquillaje suave con un pequeño toque fumé o smokey en el párpado móvil y en la zona inferior del ojo. Es aconsejable acompañar este truco con un toque de corrector en las zonas más profundas de la ojera difuminado suavamente.
11. Practica el EyeContouring que es la nueva forma de llamar a un viejo conocido: el truco de poner un toque dorado de sombra en el lagrimal. Eso sí, debes optar por una tonalidad dorada suave e, incluso, elegir un tono nude. Y es que los dorados tienen un riesgo: el de tender a un efecto verdoso y apagado, similar al del oro antiguo.
12. No es el momento de probar con un maquillaje arriesgado en el que el eyeliner blanco sea el protagonista, tan solo se trata de iluminar un poco más la mirada con un lápiz blanco muy suave en la línea del agua del ojo. De hecho, dicen que es uno de los grandes trucos de las francesas, que lo hacen sin que apenas se note la presencia del blanco.
13. El poder de unos labios rojos es IN-DIS-CU-TI-BLE, pero cuando no tienes buena cara una de las mejores opciones para crear más luz en el rostro son los tonos claros (que pueden ser mate).
14. Tras una mala noche necesitas, más que nunca, que tu make up no te falle –y que tu labial dure y dure–. Por eso es importante que, antes de aplicar el color, exfolies tus labios ligeramente y los perfiles en un tono similar.
15. Usar polvos de sol cuando no has dormido suficiente es una buena idea, siempre y cuando no sean muy mates (así evitaríamos un efecto piel seca y apagada). Lo ideal es recurrir a ellos en vez de a una base más oscura. Aplícalos en las zonas que tienden a enrojecerse cuando tomas el sol (leánse frente, barbilla, pómulos y nariz).