Corregir ojeras y bolsas malares

La zona de la ojera, y su continuación en el surco o depresión palpebroyugal, es decir, la región infero interna del párpado inferior y la unión del párpado con la mejilla, es una de las partes del rostro que antes acusa el paso del tiempo. El factor más importante en el envejecimiento facial es la pérdida de volúmenes con la edad y esta zona es la que muestra antes y más dramáticamente las consecuencias de la falta de densidad.

En personas jóvenes los párpados inferiores están llenos, con lo que se mantiene un contorno suave entre el párpado y la mejilla. Al perder esa plenitud con los años, aunque sea una mínima pérdida de volumen bajo la piel del párpado, comenzarán a marcarse las bolsas grasas del párpado, las porciones musculares, y las depresiones o surcos debajo de éstas cada vez más profundas y oscuras. En realidad, llamamos ojera a esta depresión cuando se asocia a un cerco oscuro, que se produce al adelgazarse la piel y perderse esa escasa capa de grasa.

La causa es en realidad multifactorial, aunque el factor predominante sea la pérdida de volumen, pues además de ésta se suman la herniación de las bolsas de grasa, cuando está presente, la laxitud cutánea y la ptosis o caída de los tejidos subyacentes ( sobre todo la grasa de la mejilla). El surco infraorbitario hundido puede ser aún más evidente en personas con poco desarrollo del hueso malar o del pómulo en este área.

El tipo de tratamiento dependerá de los factores presentes. Si el paciente muestra exceso de bolsas de grasa ( herniación de la grasa intraorbitaria) o gran laxitud cutánea será necesaria la cirugía, acompañada o no del relleno de la ojera y los surcos infraorbitarios u orbitoyugales. Cuando no hay bolsas importantes y tenemos una buena piel, el tratamiento con un relleno, biológico, como la grasa, o sintético, como el ácido hialurónico, serán lo indicado.

Si deseamos tratar sólo una ojera o valle de las lágrimas muy marcado, en ausencia de bolsas de grasa en párpado, no resulta muy útil ( aquí no) la cirugía tipo lifting mesofacial o de la parte interna de la cara, pues el descenso de la mejilla no suele ser tan acusado en esta zona, y en cuanto a la reposición y transposición de las bolsas de grasa orbitarias resulta a veces muy controvertida además de poco fisiológica. Lo más fisiológico sería poder actuar en un plano superficial entre la piel y el músculo subyacente, pero con mucha cautela dada la piel tan fina que tenemos aquí. Así, lo ideal es aportar volumen en mínimas cantidades bajo la piel y entre las fibras musculares ( imposible bajo el músculo dada su firme adherencia al hueso). Estas son las opciones:

Ácido hialurónico. De mediana densidad tipo Restylane. Se infiltran mínimas cantidades en un plano profundo, sobre el periostio, así como bajo el reborde orbitario para dejar un relleno uniforme. Se puede inyectar una cantidad mínima también en un plano mas superficial. Ojo al posible edema residual, deben ser dosis mínimas. Podemos rellenar, siempre con la misma cautela, el reborde orbitario lateral y superior, en la cola de la ceja.

Lipoestructura o injertos de grasa autóloga. En este área serían microinjertos de grasa. Esta técnica permite más posibilidades de reposición de volúmenes y en cualquier plano. En la ojera se infiltra profundo entre las fibras musculares y subcutáneo, y así podemos continuar injertando grasa hasta reponer el volumen perdido alrededor de todo el reborde orbitario, párpados superiores e inferiores y extendernos rellenando la fosa temporal, el pómulo, la mejilla…en realidad cualquier parte de la cara. La grasa no sólo aporta volumen de forma permanente sino que además mejora la vascularización de los tejidos donde se infiltra, contribuyendo a recrear un aspecto más rejuvenecido, con mejor calidad cutánea y con disminución de las arrugas merced al volumen o estructura aportados. 

Blefaroplastia de párpados inferiores, vía transconjuntival, para excisión de las bolsas de grasa orbitaria que protruyen y profundizan la ojera, que debería( cuando hay ojeras) asociarse a una lipoestructura o microinjertos de grasa en reborde orbitario o donde haya déficits volumétricos.

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