El mundo de las ojeras es muy complejo, no hay dos iguales y dependiendo de la causa tienen un tratamiento u otro. Los motivos principales son la falta de sueño, la hiperpigmentación de la piel, la falta de hierro, los cambios hormonales, las enfermedades, la genética, el envejecimiento… En mayor o menor medida todas se pueden suavizar para darle un aspecto más limpio a tu mirada.
Antes de nada hay que diferenciar los tipos de ojeras, pueden ser:
-Marrones: su causa principal es la hiperpigmentación, se suele dar en personas con la tez más oscura y una de las recomendaciones más efectivas es la aplicación de protección solar en verano en esa zona para evitar que se pronuncien.
-Azuladas: suelen aparecer cuando la piel es clara o fina, las redes venosas de esa zona quedan más a la vista y por eso tienen este color característico. Para combatirlas va muy bien la gimnasia facial o la aplicación de frío para estimular la circulación.
-Hundidas: aquellas que aparecen con surcos profundos y dan un aspecto más apagado. Para esto lo mejor es la aplicación de ácido hialurónico en la zona.
Hay casos que pueden aparecer combinadas y necesitas varios tratamientos para disimularlas. Lo principal para esto es llevar un estilo de vida saludable, comer bien, hacer ejercicio, beber agua y descansar lo necesario es primordial para evitar que se marquen más de lo debido.
El maquillaje siempre es un gran aliado por eso, si después de aplicarte los productos específicos para tu tipo de ojera y hacer las recomendaciones mencionadas anteriormente todavía necesitas algo más, hay varios trucos de maquillaje para disimularlas.
Si tus ojeras son marrones, lo mejor es que utilices un corrector de ojos un tono más claro que el tuyo para iluminar esa zona. Si es líquido, mejor, así se funde mejor con tu tono de piel y queda un efecto más uniforme. Y si por el contrario tus ojeras tienen un tono azulado, lo primero que tienes que hacer es compensar ese tono azul con uno rojo. Puedes aplicar unos pequeños toques de labial en esa zona y después cubrirlo con un corrector de tu tono de piel.
