Así deberías limpiar el secador y la plancha para tener tu pelo más sano

¿Vosotras limpiáis de forma frecuente el secador y la plancha de pelo? Es necesario hacerlo. Muy necesario. El proceso de mantenimiento es fundamental en las herramientas de styling ya que puede influir en la salud y en la limpieza del cabello, especialmente en el caso de herramientas que aplican calor directo, como planchas o rizadores. En este caso es fundamental mantener las placas lo más limpias posibles para que la aplicación del calor sea la adecuada en todo el cabello.

No olvidemos que tener el pelo limpio –y evitar todos aquellos factores externos que pueden ensuciarlo con facilidad– suele obsesionarnos bastante. De hecho, de poco va a servir que pongas en práctica reglas de oro como dedicar tiempo al aclarado, cepillar de medios a puntas para evitar que la grasa de la raíz pueda extenderse al resto de la melena o usar champús sin parabenos, si no limpias de forma frecuente tu secador y plancha de pelo.

El secador: con un cepillo y agua caliente

La limpieza del secador será visual, es decir, tendrás que llevarla a cabo cuando veas un pequeño residuo de polvo. Esa frecuencia, por tanto, dependerá de lo que lo uses. Pero siempre que observes polvo y pelusa en la zona del filtro tendrás que llevar a cabo este ritual. Desmonta el filtro y con un pequeño cepillo y bajo el chorro de agua caliente con algo de jabón efectúa un ligero cepillado hasta dejarlo limpio. Una vez seco vuelve a montarlo y listo. Y aunque en algún momento pueda darte pereza este paso a paso, recuerda esto: los restos de polvo y cabellos que se alojan en el filtro, además de ensuciar tu cabello, obstruyen la entrada de aire y, por tanto, la potencia del secador disminuye y tardarás mucho más tiempo en secarte la melena.

La plancha: una vez al mes

Se recomienda llevar a cabo la limpieza una vez al mes. No olvidemos, que si la plancha tiene residuos de producto y/o grasa acumulada en las placas, el deslizamiento no será tan suave y podría ensuciar aún más el cabello. Hacer el proceso de limpieza de planchas alisadoras, tenacillas y rizadores es bastante sencillo. Puedes hacerlo o bien con un paño suave mojado y una gota de alcohol o con un algodón y un poquito de alcohol si prefieres evitar el paño húmedo. Hazlo cuando las herramientas estén totalmente frías y con movimientos suaves para evitar dañar las placas.

Fuentes: revista Vogue

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