Los rellenos faciales permiten devolver el volumen original al rostro y eliminar la flacidez sin necesidad de cirugía y con un diagnóstico personalizado. Existen numerosos materiales de relleno utilizados en la práctica clínica diaria con fines cosméticos y médicos.

Ofrecen resultados naturales con una sencilla aplicación y empleando anestesia local si es necesario.Con esta técnica logramos:

-Eliminar o atenuar las arrugas (patas de gallo, ojeras, código de barras…).
-Disimular cicatrices.
-Redondear pómulos, mejillas y mentón.
-Aumentar el volumen de los labios.
-Tratar la lipodistrofia ocasionada por diversas patologías.
-Atenuar los surcos nasogenianos (líneas de expresión que surgen a ambos lados de nariz hacia la boca)

Lo rellenos se pueden clasificar, en función de su duración en el tejido, en temporales, semipermanentes y permanentes.

También pueden clasificarse de acuerdo con la composición del relleno: colágeno (bovino, porcino y humano), ácido hialurónico, ácido poliláctico, hidroxiapatita de calcio, polimetilmetacrilatos y geles de poliacrilamida, entre otros.

Los rellenos temporales son los más empleados con fines estéticos, especialmente el ácido hialurónico. Este hecho se debe al perfil de seguridad que tienen, a la facilidad en su aplicación y a los buenos resultados encontrados, además de ser biocompatibles y reabsorbibles.

En cuanto a los rellenos faciales permanentes más populares son los basados en las microesferas de polimetilmetacrilatos (algunos combinados con colágeno) por su biocompatibilidad y por su bajo índice de efectos secundarios frente a otras sustancias que no se usan ya, por ejemplo, la silicona, con mayor posibilidad de complicaciones.

Dentro de estas últimas, además de las reacciones iniciales que suelen pasar sin problemas (hematomas, hichazón, rojez etc), pueden aparecer granulomas, pequeños bultos bajo la piel, que en el caso de los rellenos reabsorbibles temporales tienen fácil solución, y en el caso de los permanentes también pueden ser tratados, si bien el resultado depende del grado de complicación.

 

 

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