Junto a las manos, la piel del rostro es una las partes del cuerpo que más sufre durante los meses del invierno, ya que se encuentra muy expuesta. Por ello solemos utilizar numerosos cosméticos para proteger la cara, pero a menudo nos olvidamos de los labios. Y eso que se trata de una zona especialmente sensible. El frío provoca que a menudo se muestren secos o agrietados e incluso que surjan pequeñas heridas. No se trata solo de un problema estético, sino que puede ser realmente molesto y doloroso y, a la larga, podría provocar la aparición de herpes labiales, boceras y otras infecciones similares.
Hay varios factores que propician que los labios se agrieten por el frío. Por un lado, en esta zona la piel es especialmente sensible y más delicada que en el resto del rostro. Además, en ella tenemos una cantidad mínima de glándulas sebáceas (las encargadas de proporcionar lípidos a la piel para protegerla) y carecemos de melanina. Esta combinación hace que la zona peribucal sea propicia a deshidratarse y que, como consecuencia, derive en los labios cortados por el frío, un fenómeno muy frecuente.
Además del frío, el viento y los ambientes muy secos, con las calefacciones demasiado altas, son otros factores que también provocan que aparezcan los labios agrietados en el invierno. En algunos casos, pueden ser síntoma de otros males más serios, como de ciertas enfermedades o de falta de vitaminas.
Cuando en invierno sentimos que nuestros labios se encuentran secos o agrietados, habitualmente solemos humedecerlos con saliva. Esto nos proporciona un alivio temporal, pero se trata de un grave error que no deberías hacer. Y es que solo conseguirás empeorarlos más. Cuando se aplica saliva en los labios y luego esta se evapora, puede llevarse consigo la humedad natural de la piel. Añaden que, además, la saliva puede alterar el equilibrio del pH en la piel de los labios, afectando a su capacidad para retener la humedad y para protegerse. Esto también sucede cuando usamos ciertos cosméticos con ingredientes desfavorables como sulfatos de sodio y mentol, que pueden irritar la zona.
Otra cosa que nunca deberías hacer si notas tus labios agrietados durante el invierno es mordértelos. Este hábito, que se conoce como quilofagia, también quita a la piel su capa protectora natural. Además, a la larga puede afectar a la posición de la mandíbula y de los dientes.
La única forma de acabar con los labios agrietados durante el invierno es mantener una rutina de cuidados muy completa y ser constante con ella. En este sentido, desde Maybelline New York ofrecen una serie de consejos para que no se nos sequen durante la época más fría del año. Toma nota:
- Mantén los labios hidratados: beber poca agua se traduce en una piel seca y, por ende, en labios resecos, ya que se pierde elasticidad. Por esta razón, debes tomar entre dos y tres litros de agua cada día. Esto beneficiará no solo a tus labios, sino a todo tu organismo.
- Aplica bálsamo labial: debe ser hidratante y contener ingredientes reparadores, como como el karité, la jojoba o la vitamina E. Póntelo sobre tus labios con frecuencia, especialmente antes de salir de casa o de aplicar cualquier producto con color.
- Usa aloe vera: esta planta es conocida por sus excelentes propiedades humectantes, por lo que se trata de una buena opción para aliviar los labios secos y agrietados.
- Aplica pepino: si tus labios están profundamente agrietados y sientes dolor, corta unas finas rodajas de pepino y frótalas sobre ellos para aliviar la sensación y agregar humectación.
- Exfolia los labios: una buena opción es hacerlo con azúcar moreno, que ayudará a eliminar las células muertas de la zona. Aplícatelo una o dos veces por semana haciendo movimientos circulares. Para retirarlo, lava tus labios con agua fría.
- Evita moderlos o lamerlos: ya hemos hecho referencia anteriormente a los peligros de realizar estas acciones sobre tus labios agrietados. Y es que solo conseguirás incrementar su sequedad y reducir su capacidad de protección natural.