Los champús limpian nuestro cabello en profundidad y las mascarillas proporcionan un chute de beneficios extra al cabello, en función a la que escojamos. ¿Qué ocurre con los acondicionadores? Este producto está en la rutina de lavado, pero, no todo el mundo conoce sus funciones.
Es un paso muy importante ya que se utiliza para hidratar y nutrir el cabello, mientras que suaviza la melena. También ayuda a conseguir un desenredado más fácil y a mantener la humedad y el brillo, mientras que otros reducen el encrespamiento y ayudan a prevenir puntas abiertas, reparar daños y sequedad.
Cómo se usa bien el acondicionador capilar
Una de las grandes preguntas alrededor de los acondicionadores es si se deben de utilizar siempre con el champú o si debemos prescindir de él en algunos lavados. El champú y el acondicionador trabajan juntos, ya que éste ayuda a restaurar la humedad perdida y a mantener el brillo después de haber limpiado a fondo el cabello.
Para su uso siempre es importante la cantidad y la aplicación, empezar con unas dos dosis de medios a puntas y peinar el cabello para conseguir una mejor distribución de producto.
El acondicionador según el tipo de pelo
En el caso de los cabellos finos, se recomienda una fórmula ligera que hidrate pero que no deje residuos. Los cabellos secos necesitan un acondicionador reparador potente porque es necesario reponer la hidratación y la nutrición para que el cabello esté más suave y sedoso.
En el caso de los rizados, éstos necesitan restablecer el alto nivel de humedad que necesita este tipo de cabello para un aspecto más suave y elástico mientras que los teñidos necesitan una fórmula que proteja y prolongue el color. En definitiva, existe un acondicionador para todos los tipos de cabellos.