Tras el verano, época en la que nos hemos expuesto más al sol, la piel de nuestro rostro se puede ver más envejecida por la deshidratación sufrida, además de falta de elasticidad, también han podido aparecer manchas y flacidez.

Una vez empezado el curso escolar, Myriam Yébenes  autora de “Cómo gustarte y gustar. Mis secretos de belleza», nos ofrece algunas recomendaciones para preparar la piel de cara al otoño y así dejar atrás las señales provocadas por nuestro cambio de hábitos durante el verano.

6 recomendaciones para afrontar la temporada de otoño e invierno

  1. Volver a la rutina de una limpieza profunda de la piel antes de aplicar cualquier crema, de día o de noche. No hay que olvidar el uso de exfoliantes para retirar las células muertas siempre adaptadas según el tipo de piel. Además, es muy importante aplicar alguna mascarilla para oxigenar la piel o realizar algún tratamiento estético, como el recuperador celular, para reparar y estimular los tejidos.
  2.  No olvidarse de cuello y escote, ya que es una de las zonas más afectadas por el sol durante el verano y suele ser una de las más olvidadas a pesar de que la piel de estas zonas es muy fina y sensible. Es necesario aplicar el sérum y la crema del siguiente modo:  Con la mano derecha, desde el mentón hasta la oreja izquierda, rodeando la mandíbula; a continuación, bajar por el cuello suavemente para no mover demasiado los tejidos, bordear el hombro izquierdo y terminar de aplicar por ese lado del escote. Con la mano izquierda aplicar la crema de igual manera, pero en el lado derecho.
  3. Combatir con nutricosmética, una gran aliada para mejorar nuestro estado general y suplir las carencias provocadas por los malos hábitos generados en las vacaciones. Estos compuestos, formados por nutrientes, actúan desde dentro de nuestro cuerpo y ayudarán a combatir el envejecimiento, aportar luminosidad e hidratación y evitar las imperfecciones de la piel. Puedes optar por antioxidantes como las bayas de acai y las guindas o por ácido hialurónico en cápsulas.
  4. Cuidado con los cambios bruscos de temperatura! Puede provocar rotura de capilares, si ya es tarde existen tratamientos como la terapia selectiva para ponerle solución.
  5. Bebe agua! Es fuente de vida y debemos seguir hidratándonos también en invierno. No nos olvidemos de otras alternativas como las infusiones, agua de sabores o zumos naturales, teniendo siempre presente que debemos beber líquidos con frecuencia.
  6. Volver a la rutina y dormir lo suficiente; Con los cambios horarios provocados en el verano, es normal que nuestro cuerpo se encuentre cansado y eso se transmita a nuestra piel. Por ello, es recomendable dormir entre 7 y 8 horas al día; no hay que olvidar que el sueño es un gran aliado de la belleza. Si tienes dificultades, prueba a practicar respiraciones relajantes. Una técnica puede ser tumbarse boca arriba, colocar la mano izquierda sobre el pecho y bajo la clavícula y la derecha más abajo. Inhalar y exhalar. Cuando el aire entra en el cuerpo, el abdomen se eleva y con él, la mano derecha y cuando el aire sale, el pecho y la mano izquierda son los que tienen que bajar.

 

 

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