¿De verdad es efectiva la coloración vegetal?

La coloración del cabello siempre ha estado gobernada por el uso de químicos que logran afianzar el tinte en el pelo, pero a costa de, en muchas ocasiones, daños a la melena, además de lo contaminantes que resultan este tipo de productos. Así que está claro que las diferentes marcas que reivindican el uso de cosmética natural iban a buscar alternativas a los métodos tradicionales, pero al contrario de lo que ha ocurrido con champús, acondicionadores, mascarillas o incluso sérums, hasta ahora los intentos no han sido tan exitosos. Especialmente en el terreno casero, pocas son las marcas que han logrado grandes efectos a la hora de teñir el pelo. Es en el ámbito profesional donde podemos encontrar nuevas técnicas de coloración que no requieren químicos, siendo el salón de belleza el lugar más seguro para garantizar que el resultado será el esperado. La cuestión que todavía perdura es si realmente este tipo de tintes naturales logra el mismo efecto que los tradicionales.

No todas las coloraciones vegetales son iguales

Antes de empezar, tenemos que tener en cuenta que no sólo existe una gran diferencia entre la coloración vegetal y la química, sino que dentro de esta misma categoría podemos encontrar distintas tipologías. Aunque elaborados todos con ingredientes orgánicos, no todos los tintes tienen los mismos componentes ni los mismos resultados.

  1. Barros y hennas: Son un maquillaje, una manera de disimular las canas aportando un reflejo a las mismas, sólo valen para cabellos con un 30-40% de canas y en ningún caso las tapan, sólo las maquillan.

  2. Baños de color: Cubren hasta el 70% de las canas, pero no conseguirán un color como el que se logra con un balayage totalmente personalizado con el que podemos hacer un juego de luces y lograr un tono altamente favorecedor y completamente individualizado.

  3. Coloración mineral y natural: Es una nueva técnica que consigue unos resultados maravillosos, permite realizar un balayage como la coloración química tradicional, con la única salvedad de que no se puede aclarar la base.

Coloración natural vs. coloración química

Mientras que las técnicas con barros o henna se suelen emplear a menudo como una alternativa para la coloración casera, en centros especializados el baño de color era, hasta ahora, la opción más popular. No obstante, no es de extrañar que las nuevas técnicas de coloración mineral o natural estén adquiriendo más fama, dado que sus resultados son los más similares a los de los tintes tradicionales. Sin embargo, existen algunas diferencias, siendo la más importante el hecho de que en ningún caso puede decolorarse el cabello, sólo aportar pigmentos, por lo que cubre totalmente las canas pero la base natural se mantiene igual.

La química utiliza el peróxido para abrir la cutícula y que penetren los pigmentos, sensibilizando de manera importante el cabello. La coloración natural sobrepone los pigmentos al pelo y aunque no es tan agresiva, hay que recordar que éstos también secan la fibra capilar; el producto se posa sobre la fibra y el efecto es de saturación de los pigmentos.

Coloración mineral: la novedad más esperada

Dentro de los tintes naturales, uno de los conceptos más novedosos es la mineral. Se utiliza un novedoso sistema de coloración biológica que permite cubrir hasta el 100% del cabello blanco. Gracias al complejo exclusivo Arginina/Bionacre, transmite al cabello aminoácidos y calcio, permitiendo así que el color se adhiera sin necesidad de amoníaco ni etanolamina. Por supuesto, también se trata de un método vegano, gluten free, sin amoníaco, parabenos, siliconas, sulfatos ni ninguno de los ingredientes químicos de los que tratamos de huir con esta clase de tintes, además de estar certificado por Ecocert y Cosmebio.

Por otra parte, los productos naturales suelen tener fama de no dejar el cabello igual de bonito y brillante, una fama que quizá tuviese sentido en un inicio, pero que hoy en día se ha invertido, logrando resultados iguales o mejores que los de los cosméticos tradicionales. En el caso de los tintes, mientras que los químicos acostumbran a dañar el cabello, con los biológicos podemos lograr todo lo contrario. Los extractos de té verde y arcillas, junto con los aceites de ricino y macadamia, manteca de karité y extractos de nácar de Bretaña, proporcionan suavidad, brillo, nutrición y protección al cabello, al mismo tiempo que mejoran el rendimiento de la coloración y aumentan su durabilidad.

¿Inconvenientes?

Queda claro que este tipo de coloración ofrece muchas ventajas, especialmente por el hecho de no necesitar ninguna clase de químicos, pero también tiene algunos pequeños inconvenientes. El primero de ellos es que los tiempos de exposición son mucho más largos e incluso se añade calor para que los pigmentos se posen sobre la fibra capilar con lo que se requieren al menos unas dos horas para rematar el tratamiento. Por otra parte, su durabilidad es algo menor y en ningún caso puede decolorarse el cabello así que, al no poder aclarar la base, trabajaremos siempre desde nuestro tono natural como punto de partida.

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